Crear un mañana más sano

Una visión personal de la creación de mi clínica endocrinológica virtual en Texas

Tomar la decisión de lanzar mi clínica virtual de endocrinología en Texas no fue sólo una elección profesional, sino una respuesta sincera a las deficiencias que presencié en nuestro sistema de salud actual. He dado este paso para ser parte del cambio que conduzca a mejores resultados de salud para nuestras comunidades. En mi nueva clínica, usaré la tecnología de telemedicina para beneficiar tanto a pacientes como a doctores.

Estoy agradecida de haber comenzado mi carrera en mi institución local junto a algunos de los mejores endocrinólogos y mentores médicos. Me capacité en las clínicas de obesidad más grandes y avanzadas del país, basadas en evidencia. Las instalaciones de última generación y la oportunidad de aprender de un médico extraordinario que era una fuente de conocimiento en medicina de la obesidad prepararon el escenario para mi trayectoria.

Si bien aprender de una personalidad altamente motivada agudizó mi perspicacia clínica, también comencé a presenciar carencias en nuestro sistema de salud. Eso, sumado al hecho de que era una mujer perteneciente a una minoría en un entorno predominantemente masculino, me hizo sentir fuera de lugar. Y reflexionando sobre esos primeros años, considero los desafíos que enfrenté como oportunidades de crecimiento. Si bien la institución tenía sus logros, me di cuenta de que el sistema de salud no siempre era inclusivo y receptivo. El prestigio de la institución que ha ganado siete Premios Nobel, también alimentaba el síndrome del impostor.

Mirando hacia atrás, me pregunto si mi incomodidad provenía de mis inseguridades o si era un problema sistémico. ¿Fueron estas instituciones creadas pensando en alguien como yo? Sin importar eso, me sentí restringida para expresar cualquier cosa que no fuera retroalimentación positiva sobre el sistema, y presencié las disparidades en cómo se trataba a las doctoras en comparación con sus colegas masculinos.

También me sentí desilusionada por las actitudes hacia el cuidado del paciente. Esperaba que los sistemas médicos académicos priorizaran la salud, la verdad y la ciencia, pero la crítica constructiva parecía no ser bienvenida. Como proveedores de atención médica, deberíamos poder desafiar el statu quo y tener conversaciones incómodas; si eso no está sucediendo, entonces algo necesita cambiar.

Dejé mi trabajo seguro y estable en busca de autonomía, de agencia y capacidad de hacer cambios. Los grandes sistemas tienen su propósito, pero los encontré sofocantes para alguien con una mentalidad progresista. La burocracia, los retrasos y las ineficiencias se volvieron abrumadores; sentía que mis manos estaban atadas.

Practicar medicina en México me enseñó la importancia de tener un trato excepcional con los pacientes ante los recursos escasos. En medio de pagos más bajos de seguros y requisitos de documentación cada vez mayores, escuchar a los pacientes con paciencia se ha convertido en un arte perdido en los Estados Unidos. Los médicos sobrecargados de trabajo, resultado de un sistema defectuoso, a menudo parecían poco comprensivos. Creo que ellos también son víctimas de una estructura de atención médica defectuosa. Puedo garantizar que muy pocas personas pasarían por la agotadora formación médica e invertirían años de sus vidas en aprender si no se sintieran obligadas a servir al mundo.

Un nuevo camino 

Mi clínica es una nueva forma de avanzar, con el objetivo de tender un puente entre los proveedores de atención médica y los pacientes. Quiero deshacer el daño causado por prácticas sesgadas y paternalistas, co-creando un espacio de seguridad, confianza y comunicación honesta donde podamos sanar juntos.

Estoy agradecida de ser parte de una comunidad de mujeres en la medicina que tienen una perspectiva diferente sobre lo que las personas necesitan para mejorar su salud y bienestar. Creo que las mujeres tienen dones excepcionales que las hacen médicas excepcionales, y estoy agradecida de que los sistemas están siendo desafiados para adaptarse a lo que ahora sabemos.

Aunque quizás no pueda cambiar el mundo entero, estoy decidida a cambiar mi mundo. A través de mi clínica virtual de endocrinología, espero contribuir a un futuro más saludable donde la atención genuina prevalezca sobre la burocracia y la curación sea un viaje colaborativo.